viernes, 23 de enero de 2015

Mi corazón no está roto, solo no siente nada. Tú eras loco y salvaje, tan frustrante, intoxicante y complicado. Te fuiste por un error y ahora extraño gritar, pelear y besarnos en la lluvia. 
Estaba tan enamorada que actué como una demente, ahora el precio es que la angustia se apoderó de mí dejándome vacía por completo. 
Es de noche, son las 2 de la mañana y aquí estoy... maldiciendo tu nombre, extrañando tu presencia, añorando tus caricias y lamentando lo sucedido.