miércoles, 23 de noviembre de 2016

A veces te extraño, como cuando llega la noche y siento que algo falta, algo que claramente eres tú, extraño esas charlas que teníamos hasta el amanecer, llena de confesiones y estupideces. Es una mierda cuando extrañas a alguien y no eres capaz de iniciar una conversación, pero es más terrible cuando no encuentras ningún modo de hablarle, ninguna excusa, porque ya no queda nada, absolutamente nada. Cariño, yo te extraño, yo te quiero todavía y tristemente no importa donde esté yo, o donde estés tú, ni con quien estemos los dos; porque acá seguiré extrañándote, y eso no cambiará. Es estúpido ¿sabes? porque yo jamás te busqué y tu jamás me buscaste hasta que fue demasiado tarde, sin embargo, ahora daría mi vida entera por verte una vez más, por sentir tu olor y ver tus ojos verdes, ya que contigo aprendí a querer con todas las ganas a una persona, y aprendí a que esas personas siempre se van del modo menos esperado.


sábado, 21 de mayo de 2016

Hoy te recordé como todos los días, con esos hermosos ojos azules que hipnotizaban cada una de mis decisiones. Es extraño, porque tu encantadora sonrisa está presente en cada una de mis conversaciones, y supongo que está bien, porque dejaste esa marca que seguirá conmigo siempre. Sin embargo, no lo entiendo... te fuiste de la peor forma posible, lanzándome una maldición para toda la vida, y no quiero, te juro que no quiero ser esclava de tu recuerdo, pero no puedo, tu inexplicable locura y tu intoxicante personalidad me terminaron consumiendo por completo, olvidando que yo también existía, que tenía un valor propio fuera de ti.
Con el tiempo los sentimientos se esfuman y desaparecen, pero contigo es de otra forma, cada palabra tuya está en mi mente, estancada junto a esas hermosos ojos azules y esa encantadora sonrisa pervertida. Y sí, estoy admitiendo que perdí, que tú y tu frustraste persona lograron destruir cada centímetro de mí, pero ayudó, porque aprendí a querer a alguien de todas las formas posibles, aceptando la maldad, el miedo, el veneno y la oscuridad, y aún así, terminé quedándome, decidí mantener en mí hasta hoy esos hermosos ojos azules y esa maldita sonrisa encantadora. 




domingo, 10 de enero de 2016


A veces pedimos respuestas
Sin saber siquiera las preguntas
¿Eso es sano?
¿Es correcto pensar en cómo termina todo, sin tener consciencia de cómo empezó?
Es como querer la solución de una ecuación sin tener resuelto el procedimiento

Creo que lo principal de todo es el miedo
El miedo de no poder hacerla, pero sobre todo el miedo de cómo hacerla.

Algo así pasa con las respuestas
Da terror llegar a ellas, porque no tenemos ni idea de cómo es la pregunta
Ni que es lo que debemos hacer para resolverla.

La vida es así
Llena de preguntas y respuestas
Repleta de ecuaciones que tienen una solución
Que buscan el procedimiento adecuado para llegar a ella