sábado, 21 de mayo de 2016

Hoy te recordé como todos los días, con esos hermosos ojos azules que hipnotizaban cada una de mis decisiones. Es extraño, porque tu encantadora sonrisa está presente en cada una de mis conversaciones, y supongo que está bien, porque dejaste esa marca que seguirá conmigo siempre. Sin embargo, no lo entiendo... te fuiste de la peor forma posible, lanzándome una maldición para toda la vida, y no quiero, te juro que no quiero ser esclava de tu recuerdo, pero no puedo, tu inexplicable locura y tu intoxicante personalidad me terminaron consumiendo por completo, olvidando que yo también existía, que tenía un valor propio fuera de ti.
Con el tiempo los sentimientos se esfuman y desaparecen, pero contigo es de otra forma, cada palabra tuya está en mi mente, estancada junto a esas hermosos ojos azules y esa encantadora sonrisa pervertida. Y sí, estoy admitiendo que perdí, que tú y tu frustraste persona lograron destruir cada centímetro de mí, pero ayudó, porque aprendí a querer a alguien de todas las formas posibles, aceptando la maldad, el miedo, el veneno y la oscuridad, y aún así, terminé quedándome, decidí mantener en mí hasta hoy esos hermosos ojos azules y esa maldita sonrisa encantadora.