miércoles, 6 de marzo de 2019

(media)noche

La gente no logra comprender lo mucho que intentas salir de la mierda en la que estás todos los días. Son horas interminables luchando con tus mismos pensamientos de desesperación y angustia. Es como si todos pudieran verlos, pero no entenderlos; nunca imaginarán esas ganas de llorar sin razón, de hacerte daño simplemente porque no soportas nada  más de la gente, del contexto, de la vida.
Y lloras, lloras y sigues llorando, porque no sabes como sacar toda esa rabia/pena que tienes dentro y que explota en los peores momentos. A la misma vez te culpas por estar llorando, sabes que hay personas que lo pasan peor y que solo eres una malagradecida que no valora nada, pero no puedes evitarlo porque está ahí y no se irá.

Entonces empiezas con terapia, ves esa luz que promete ayudarte, sacarte de ese infierno emocional en el que vives, pero también es una mentira. Las pastillas no cambian nada. Sí, logran bloquearte, es verdad, ya no gritas, ya no haces trizas los vasos, los espejos, las paredes o cualquier cosa que se atraviese, pero no pueden detener los demonios, aquellos fantasmas que viven en cada pensamiento y acción tuya.

¿Entonces que puedes hacer? ya rechazas los consejos, las pastillas, las ayudas, porque sabes que al final de todo nada valdrá la pena, nada será mejor que el presente.
Y ahí, necesitas respirar, solo respirar y saber que no es el final.
Pero nadie viene, nadie acudirá a las 4 am a una pieza sola y sucia, aunque lo supliques.
Y ahí nuevamente te cuestionas en que se ha convertido todo, cómo es que las cosas llegaron hasta ese punto.
Pero saben... el miedo y la muerte siempre han sido amigos en decisiones difíciles, ser cobarde o valiente solo es un paso más. ¿Ser valiente para morir? ¿valiente para vivir? o solamente ¿cobarde para morir o cobarde para vivir?