miércoles, 23 de noviembre de 2016

A veces te extraño, como cuando llega la noche y siento que algo falta, algo que claramente eres tú, extraño esas charlas que teníamos hasta el amanecer, llena de confesiones y estupideces. Es una mierda cuando extrañas a alguien y no eres capaz de iniciar una conversación, pero es más terrible cuando no encuentras ningún modo de hablarle, ninguna excusa, porque ya no queda nada, absolutamente nada. Cariño, yo te extraño, yo te quiero todavía y tristemente no importa donde esté yo, o donde estés tú, ni con quien estemos los dos; porque acá seguiré extrañándote, y eso no cambiará. Es estúpido ¿sabes? porque yo jamás te busqué y tu jamás me buscaste hasta que fue demasiado tarde, sin embargo, ahora daría mi vida entera por verte una vez más, por sentir tu olor y ver tus ojos verdes, ya que contigo aprendí a querer con todas las ganas a una persona, y aprendí a que esas personas siempre se van del modo menos esperado.