domingo, 27 de diciembre de 2015

Necesito un refugio para mi oscuridad
un lugar donde dejar mis males, mis tormentas y mis lágrimas
donde la bondad y la alegría cuelen mi alma
y permitan que este cuerpo vuelva a la normalidad

La paz es difícil de encontrar
sobre todo cuando tienes una guerra contigo misma
la mente no es fácil de engañar
y esconderse tampoco es recomendable

Si bien escapar a ese refugio parece lo mejor
enfrentarse a los miedos de tu alma puede ser lo correcto
quizás lo oscuro termine absorbiendo cada centímetro de ti
pero al final valdrá la pena
o quizás no

La única forma de saberlo, es intentándolo
y la única forma de intentarlo es luchando


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